jueves, 14 de julio de 2011

Día de lluvia


Hay tanto espacio.  No pertenecen a ningún otro. Espacios.    Espacios.    Te entregas y bailo la danza del aire desnudándome el cuerpo. Estoy recorriendo el sendero que mis pies dibujan, coronando con mis labios todos los besos que no pienso perderme por nada del mundo. Juego a beberme tu aliento cuando te quiebras en mi sexo de espuma y ceniza mojada. Hueles a mí en tus manos ahora,
siempre que tus dedos jueguen a hacerle un altar a mis inundaciones. Vuelvo, marcada por el vicio de tus transgresiones, atrevesada por la lluvia y el frío aniquilante de saberme incinerada por tu lengua
ahora mueves los rayos de mis luces, se los traga tu garganta
muevo las esquinas de tus sombras.
Mudarte a mi cintura provoca desvarios, s i l e n c i o s, a v a l a n c h a. 
Corre! o te quedas sin palabras y sepultado. Vuelve, tumbado a mis orillas te sobra la palabra y la ausencia.

miércoles, 13 de julio de 2011

Cabralmente vivido




 La sal serpentea abismos prolongrando este grito de arena que me rompe pulmones y cristales.

Hay tanta miseria inundando esta noche de pestañas rotas.
Sangre, la sangre  precipita este latir que pronto agotará la marcha, la canción de todos cae al alba a golpe de furia  y pistolas.

¡Cuánto azul en los espejos y vapor en los pies!

Cantar al amor y la vida, de paz y locura, cantar sin ángeles y ser de todas partes, pertenecer al mundo y  al verso, volar al despuntar el día y la música  es ahora silencio.

Se ha separado la noche del día con una herida atravesando en el pecho  y la melodía.

Es la voz a pulmón y las cuerdas, contra todo, infinita y etérea como todos los poetas.
Es la Poesía  la vida y está en nosotros, es la muerte, la puerta.